Gonzalo SALAS
Cada vez son más innovadores los métodos para ayudar a las personas con discapacidad. Este es el objetivo de AMICA, Asociación Multidisciplinar de Intervenciones Asistidas con Caballos.
Ubicada en la carretera que une Morón y Marchena, esta organización ayuda a personas de todas las edades empleando la terapia ecuestre. La idea nace gracias a Jaime Valle, un graduado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, que cuando terminó sus estudios hizo un máster sobre terapias ecuestres en la Universidad Pablo de Olavide. Gracias a la ayuda de su compañero Juan Sebastián Seño, que estudió Psicología, crearon una asociación para ayudar a personas discapacitadas. «Que mi compañero sea psicólogo es fundamental porque se combinan mis conocimientos sobre el cuerpo con los suyos sobre la mente humana”, asegura Jaime.
Dependiendo del tipo de discapacidad se emplea una terapia u otra. En todas, el caballo siempre es el protagonista que ayuda al individuo en cuestión. Si se trata de jóvenes con Síndrome de Down, el objetivo es mejorar el equilibrio del niño mientras monta a caballo. Si tuviera autismo, se intentará que el menor interactúe con el caballo en diferentes situaciones, tratando así de crear un vínculo afectivo que puede mejorar sus capacidades para relacionarse.
Con el paso del tiempo el éxito de AMICA ha sido rotundo. Según Jaime, tienen al mes más de 20 usuarios de sus terapias. En los dos años que llevan funcionando han proporcionado ayuda a un gran número de familias. Además, también imparten cursos de equitación, y han llevado a cabo eventos como jornadas de puertas abiertas o galas benéficas. Con ello se demuestra que la idea que tuvo Jaime ha servido no solo para crear esta asociación, sino también para concienciar a los demás y hacernos ver que si nos los proponemos podemos ayudar a quienes lo necesitan.