«Tener trabajo, familia y recursos económicos no nos libra de padecer una depresión»

doctor-moleon-ruizAlejandro RUIZ DE ALBA

Vivimos un momento emocional complicado. Las circunstancias derivadas de la pandemia: contagios, confinamiento, ingresos hospitalarios, etc. han provocado un miedo y una incertidumbre colectiva que han incidido directamente en nuestra salud mental. 

Para hablar de este y otros temas relacionados con la psiquiatría, entrevistamos al doctor Álvaro Moleón Ruiz. El doctor Moleón es especialista en psiquiatría clínica y forense. Graduado en Medicina por la Universidad de Sevilla, en el año 2020 recibió el premio al Mejor Residente de la provincia de Huelva tras completar su especialización como Médico Psiquiatra en el Área Hospitalaria Juan Ramón Jiménez de Huelva. Ha trabajado en centros penitenciarios de Sevilla y de Londres y, recientemente, ha publicado junto a su padre el libro Suicidio: una cuestión multidisciplinar. Le preocupa, especialmente, los casos de depresión en niños y adolescentes, «pues son complicados y se han triplicado en los últimos cuatro años».

Nunca hasta ahora se había hablado tanto en los medios sobre la salud mental, ¿qué está pasando?
La difusión que está teniendo la salud mental se está produciendo, principalmente, por la pandemia, por el aumento de los casos de depresión y los suicidios. A todo ello ha influido el aislamiento social, la incertidumbre y los cambios continuos de leyes y de planes. El 2020 ha sido uno de los años con más suicidios de la historia de España, con casi 4.000 registrados. Estos datos llaman la atención y esto hace que la prensa se haga eco, y también, que el Gobierno haya tomado medidas en relación a la salud mental.

¿Cómo explicarle a la sociedad que en algunos casos para estar bien y ser feliz no basta con ser joven, estar sano físicamente, tener una familia, recursos económicos…?
Muchas veces el hecho de tener un trabajo, una familia o unos buenos vínculos ayudan a no padecer un trastorno mental, pero las depresiones no siempre están vinculadas a que te haya sucedido algo malo. Hay depresiones endógenas que aparecen como una enfermedad, como un infarto o como un tumor, y que te acaban provocando una tristeza relevante, una desesperanza y un sentimiento de culpa que incluso pueden derivar en pensamientos suicidas.

La depresión también está presente en niños y adolescentes, ¿son casos más difíciles?
Los casos de depresión en niños y adolescentes se han triplicado en los últimos cuatro años. Precisamente, con la pandemia, este es el colectivo más afectado. Ahora mismo, el suicidio en población de 15 a 29 años es la primera causa de muerte, por delante de los accidentes de tráfico y de las enfermedades. En general, son casos complicados porque muchas veces los padres no quieren ver que sus hijos necesitan atención psiquiátrica con 12 o 13 años y evitan llevarlos a un psiquiatra. Si acaso, los llevan a un psicólogo. Además, los síntomas de los niños son distintos a los de los adultos.

«Me preocupa, especialmente,
la depresión en niños y adolescentes,
donde los casos se han triplicado
en los últimos cuatro años»


Trabaja usted con una máquina, denominada Magventure X100, que sirve para tratar la depresión o el trastorno obsesivo compulsivo. ¿Cómo funciona?

Magventure X100 es un dispositivo de estimulación magnética transcraneal profunda con una bobina en forma de doble cono, que se se coloca según el sitio asociado a la enfermedad mental. La técnica consiste en la liberación de impulsos magnéticos breves y repetitivos. Cuando llega al cerebro se transforma, según el principio de faradise, en energía eléctrica, en un campo eléctrico, que a nivel cerebral produce cambios en los circuitos neuronales. Al cambiar este funcionamiento del cerebro, que es lo que se llama neuroplasticidad, puedes provocar que el cerebro actúe de una forma distinta, no errática, como lo hacía previamente. Esta máquina está avalada en Europa para tratar la depresión resistente a tratamientos farmacológicos con o sin ansiedad acompañante, trastorno adhesivo compulsivo y adicciones a sustancias psicoactivas.

¿Duele el tratamiento?
En el 30% de los casos se produce una leve molestia en la zona de aplicación. Estas molestias se aprecian al principio, pero desaparecen después de 3 o 4 sesiones. De 53 pacientes tratados, solo uno nos pidió parar el tratamiento. Se trataba de una mujer que padecía una migraña severa. En estos casos, se cambia la ubicación o se baja la frecuencia.

¿Quién es el psiquiatra forense?
Es el psiquiatra que se encarga de valorar o de asociar los trastornos mentales con el auxilio a la justicia. Hay varias ramas dentro de la psiquiatría forense, como la psiquiatría penitenciaria, donde tratas a los presos intentando ayudarlos. La principal parte de la psiquiatría forense es la realización de dictámenes especiales o de evaluaciones policiales.

¿Qué opina acerca de que una vez cumplida la condena penitenciaria una persona quede libre, a pesar de tener una evaluación psiquiátrica desfavorable?
Si se determina que el delito se ha producido bajo los efectos de una enfermedad mental, normalmente, no se ingresa en un centro penitenciario, sino en un hospital psiquiátrico penitenciario, que es una medida de protección. Opino que esos pacientes deberían de ser evaluados de una manera regulada y estar muy vigilados por los servicios de psiquiatría comunitarios vinculados a los centros penitenciarios, con un feedback frecuente. Evidentemente, tienen que ser supervisados.

 

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