Guillermo RODRÍGUEZ
La falta de tiempo y motivación para hacer ejercicio son dos factores que dificultan la práctica del deporte como parte de una vida saludable. La técnica ancestral del ejercicio no consciente elimina ambos problemas.
Requiere de una serie de ejercicios que se pueden practicar diariamente, sin provocar un desgaste físico perjudicial para la salud debido a un sobre entrenamiento, y que son estimulantes.
Entre las alternativas que ofrece el mundo del fitness para ponerse en forma seguramente no figura el ejercicio no consciente. El objetivo es conseguir una masa muscular óptima, totalmente sostenible, que beneficia la salud. En una sociedad donde el tiempo libre es cada vez más limitado existe una manera de aprovecharlo. Simultanear las tareas cotidianas con el ejercicio es la nueva filosofía que romperá los esquemas del fitness tal y como lo conocemos.
“El hombre no está diseñado para pensar en el ejercicio como fin, sino como medio” , apunta Carlos González, psicólogo valenciano. El hombre tiene un pasado evolutivo de cazador recolector del Paleolítico. Durante su existencia, ha tenido que usar su cuerpo y explotar su rendimiento físico al máximo para cazar, luchar contra tribus enemigas o huir del peligro. “Nuestra mente subconsciente aún cree que vivimos en tiempos de la Prehistoria y el ser humano no hacía nada sin una motivación que fuese importante para él”, señala Carlos.
Por consiguiente, el ser humano debe estar estimulado para hacer ejercicio de manera totalmente inconsciente. Ese fin lo logra el ejercicio no consciente, que permite ver una serie de televisión, aprender un idioma, escribir un libro, estudiar o consultar las noticias mientras cultivas un cuerpo a prueba de bomba. El fin de esta actividad es aprovechar ese tiempo libre para realizar dos tareas simultáneas importantes, de modo que se ahorra muchísimo tiempo.
Según Carlos González, “lo crucial es crear para estos ejercicios un anclaje positivo, de modo que tengamos un buen recuerdo de este en vez de centrarnos en el esfuerzo empleado o que vamos a emplear”. A su vez, insiste mucho en que las actividades que realizamos deben ser sostenibles en el tiempo, es decir, que nos haga capaces de disfrutar sin provocar un desgaste físico o emocional, pues serían anclajes negativos que se deben evitar.
Cómo practicarlo
Una vez entendidos los beneficios y los mecanismos biológicos ligados al ejercicio no consciente, hay que ponerlos en práctica. ¿Con qué ejercicios? No todos valen, ya que muchas actividades requieren un alto nivel de concentración y de dominio. El obviar estos detalles puede provocar lesiones importantes.
Matías Camino, preparador físico de un equipo de baloncesto profesional danés, nos da las claves sobre qué movimientos nos permiten simultanear el fitness con otras actividades. “Los ejercicios que podamos realizar delante de un televisor o con unos auriculares sin que estorben los movimientos son normalmente de cardio”, lo que implican trabajos de resistencia en la cinta de correr o en la bicicleta elíptica.
Así, la bicicleta elíptica permite trabajar tanto las piernas como la movilidad de los brazos al mismo tiempo que escuchamos la radio, un audiocurso de inglés o un audiolibro. Otras actividades, como hacer flexiones, que requieren levantar el cuerpo son perfectamente compatibles dentro de una rutina de entrenamiento no consciente.
Existe una salvedad, pues según Matías Camino, “ciertos ejercicios como las arrancadas con barra, levantamientos de barra y otros ejercicios del mundo del crossfit requieren una gran técnica y concentración”. A lo que añade, “si estamos demasiado distraídos, podemos lesionarnos la columna vertebral”.
Conociendo estos datos podremos elaborar la tabla de ejercicios más eficaz que se adapte a nuestra agenda y nuestras necesidades. Gracias a la ayuda de los medios audiovisuales y las tecnologías estaremos correctamente estimulados para hacer ejercicio y mejorar nuestro aspecto físico de manera inconsciente. Y definitivamente, son estímulos menos arriesgados que los asociados a cazar mammuths o luchar contra tribus enemigas.