
El farmacéutico sevillano Julián Laínez
Diego JIMÉNEZ
Los farmacéuticos son los expertos en medicamentos y su trabajo está orientado a la salud de los usuarios. Alguna vez nos habremos preguntado cuáles son sus tareas o cómo funciona una farmacia en comparación con otros establecimientos. El farmacéutico sevillano Julián Laínez nos ofrece su visión sobre este oficio.
Para Julián, el farmacéutico se sitúa en primera línea en lo que atención al cliente se refiere, pues se encarga de suministrar los medicamentos que la ciudadanía demanda. Hace la función de atención y servicio al paciente, que es complementaria, no sustitutoria, de la labor del médico. “Nosotros no diagnosticamos ni curamos, sino que sabemos cómo ayudarte con las medicinas, y de esta manera aliviamos de carga y tiempo al sistema sanitario”.
Queda claro que el farmacéutico tiene unas funciones bien definidas y distintas a las del médico: velar por el suministro de los fármacos adecuados, de una manera segura y controlada. Igualmente, recoge aquellas medicinas caducadas que los usuarios dejan en estos establecimientos
Otra función es controlar el correcto almacenamiento de las medicinas en stock y el reaprovisionamiento de las mismas, estando atento a las alertas sobre fármacos del Real Colegio de Farmacéuticos de Sevilla y pendiente de la caducidad de los productos. “Aquí no vendemos fármacos a los que les queden dos meses o menos para caducar”, explica este experto, que trabaja en la farmacia Jaén Seijo, ubicada en el barrio de la Macarena.
Por pura demanda social, en las últimas décadas se ha diversificado el tipo de productos que venden las farmacias tales como cosméticos, cremas de belleza, colonias o artículos pediátricos. Sobre esta cuestión, Julián afirma que no ha perjudicado a la calidad o la confianza que generan estos establecimientos, y recuerda que “el fin último del farmacéutico y la esencia de la farmacia es la de cuidar de ti y de tu salud”.
La localización y el horario de las farmacias lo marca el
Colegio de Farmacéuticos según la demanda en cada zona
La localización y el horario de cada farmacia lo marca el Colegio Oficial de Farmacéuticos, según la demanda existente en esa zona. Respecto al trabajo diario, además del boticario, en una farmacia suele haber un auxiliar de Farmacia y un técnico farmacéutico, e incluso especialistas como son los nutricionistas. Julián duda de que los avances en domótica y la posibilidad de farmacias totalmente mecanizadas supongan la desaparición de la figura del boticario. “El servicio que presta un farmacéutico y el contacto directo con el cliente no lo puede reemplazar una máquina”, afirma Laínez. Aunque matiza que las tecnologías ayudan con la gestión de los productos.
Trabajando de cara al público, es habitual situaciones curiosas. Así, Julián nos cuenta la vez que un cliente acudió a la farmacia en busca de un gel dermograso para eliminar la grasa de un motor. En otra ocasión, le compraron 128 preservativos para emplearlos como globos en una fiesta de cumpleaños.