Silvia VARELA IGLESIAS
Esta crónica es un paseo por la Lombardía, una de las veinte regiones de la bella Italia. Esta zona del país alberga los mejores paisajes, y esto es bien sabido por los amantes de la naturaleza y de la tranquilidad.
La Lombardía, con su capital en Milán, está ubicada en el norte de Italia, siendo la región más poblada del país. Se puede dividir geograficamente en tres zonas: un norte montañoso, un centro repleto de colinas y un sur llano. Una de las zonas montañosas más importantes son los Alpes Lepontinos. No podemos olvidarnos de los grandes lagos lombardos de origen glaciar.
MILÁN, cuna del capitalismo
A pesar de ser la ciudad más grande de esta región, lo fundamental se puede llegar a ver en dos días. La ruta incluye las Galerías de Vittorio Emanuelle, que son un templo del capitalismo y de las tiendas de marcas; y el Duomo di Milano, una de las catedrales más grandes del mundo, de estilo gótico y recubierta de mármol blanco rosado. En su cubierta se puede disfrutar de una vista periferica de todo Milán desde 5 euros.
También se recomienda visitar el Teatro alla Scala, uno de los teatros de opera más importantes del mundo; y el Castello Sforzesco , fortaleza del siglo XIV y uno de los monumentos más emblemáticos de Milán.
A la hora de comer es posible almorza en uno de los restaurantes situados en los alrededores de la Catedral o del interior de la Galería. Pero si buscamos algo más económico, podremos pedirnos un panzerotti en el famoso Luini y comer sentados a los pies del Duomo. El panzerotti es un plato italiano, compuesto de una masa de harina de trigo, sal, agua y levadura de cerveza; rellena con típicos productos italianos como, por ejemplo, picota y espinacas. Hay tres tipos de panzerotti: frito, dulce y al horno.
Navigli es el barrio de los canales, con un estilo alternativo y bohemio. Es el sitio ideal para tomar en cualquiera de sus bares el clásico aperitivi italiano a partir de las 18 horas de la tarde y hasta las 9 de la noche. El aperitivo es la parte del día favorita de la población italiana. Es su momento para disfrutar del famoso Spritz, un coctel realizado con Aperol (licor de hierbas italiano), vino espumoso o cava, soda y una rodaja de naranja.
VARESE, en buena armonía con el medioambiente
Varese es una pequeña ciudad con olor a pizza. En los jardines de su Ayuntamiento existe una ciudad verde llamada il Giardini Estensi, ideal para pasear tranquilamente en cualquier época del año. También podremos visitar la Basilica di San Vittore, una pequeña iglesia en el centro de la ciudad, de arquitectura barroca.
Otro lugar imprescindible es el Sacro Monte di Varese, patrimonio mundial de la UNESCO desde 2003, desde donde se observan Los Alpes que rodean a la ciudad, un gran paisaje especialmente bello al atardecer.
El Lago di Varese, de origen glacial, está situado al norte de la ciudad. Con una extensa vista de los Alpes y con sus aguas cristalinas, es ideal para pasear por sus alrededores y disfrutar de la naturaleza y la tranquilidad de la zona.
COMO, entre Los Alpes y el agua de su lago
Es la ciudad italiana más cercana a Suiza. Está ubicada a los pies de los Alpes, rodeando al famoso Lago de Como. Es una de las ciudades preferidas por los italianos para pasar sus vacaciones. Ni siquiera la nieve invernal le resta magia a los lugares más importantes de Como como son la Chiesa de San Fedele y la Basilica de Sant’Abbondio, entre otros.
BÉRGAMO, ciudad de palacios señoriales
Bérgamo está dividida en dos partes: La Città Alta, donde se sitúa el bonito centro histórico de la ciudad rodeado por una espectacular muralla defensivas que datan del siglo XVI; y La Città Bassa, donde están los barrios más modernos.
En Bérgamo hay que probar su dulce más típico, la Polenta e Osei, un pequeño bizcocho esponjoso relleno de crema de chocolate, mantequilla y avellana con un toque de ron y recubierto con azúcar y mazapán amarillo.