Consuelo SOUSA / Lorena RODRÍGUEZ
La pandemia por Covid-19 ha acelerado la digitalización de la industria de la moda. Ejemplo de ello son el importante incremento de la venta online, las pasarelas virtuales o las retransmisiones en streaming.
Desde que comenzó la pandemia en marzo de 2020, han estado en crisis diversas actividades hasta entonces de carácter cotidiano, como sentarse a tomar un café o ir a cenar a un restaurante. Sin embargo, en otros ámbitos esta situación excepcional ha funcionado como empujón para generar un necesario cambio y un avance en la digitalización de los procesos. Y este es el caso de la moda. “Con la prisas del día a día, estábamos dando pasos muy lentos, pero ahora con más tiempo nos hemos dedicado más a nuestra web”, explica Rocío Montero, diseñadora de Lina, tradicional tienda flamenca de Sevilla, en relación a este tema.
Hace tiempo que las grandes marcas de ropa ampliaron sus webs añadiendo un servicio de venta online, que se alterna con la compra física. La imposibilidad de movernos de nuestros domicilios durante el confinamiento potenció los servicios virtuales con la ventaja de la calidad y la seguridad sanitaria que proporciona el comercio electrónico. Y las marcas han tenido que adaptarse. Precisamente, Lina es un ejemplo de ello, pues recientemente ha lanzado una colección de pret à porter, que se puede adquirir a través de su web.
La moda flamenca se ha apoyado en las plataformas digitales para sobrevivir a la crisis provocada por la pandemia. Un caso es el desfile online de ‘Úniqo Qlamenco’, que tuvo lugar en Sevilla en la Casa Fabiola-Donación Mariano Bellver de manera presencial, pero sin público, y que posteriormente fue emitido en la plataforma Sevilla Visual TV. A través de este mismo canal, SIMOF (Salón Internacional de Moda Flamenca) ha emitido los desfiles de la pasada edición 2020. Son otros formatos que han llegado para quedarse en la industria textil. Pues como indica Rocío Montero, “habrá una mezcla, y lo que preparas para el desfile virtual, también se utilizará después de alguna manera en los eventos presenciales”.
Otra historia es la de Mõnde, una pequeña tienda online de bisutería ubicada en la localidad gaditana de San Fernando. Tenía planeado abrir sus puertas justo antes del confinamiento. Debido a ello, la dueña del negocio, Maru Fernandez, explica cómo tuvo que reinventarse desde cero para adaptarse a la situación: “empecé a formarme en posicionamiento web, porque comprendí que ese futuro ya se había convertido en presente”. Y tiene razón. Las tecnologías son y serán herramientas necesarias en la gestión, promoción y venta de los negocios del sector de la moda.