- El color rojo, los tejidos lisos y otras tendencias del ready-to-wear fueron protagonista en los desfiles de la 27 edición de SIMOF
Ana MONTIEL / Fotografías: Chema SOLER
El Palacio de Exposiciones y Congresos de Sevilla, Fibes, acogió la 27 edición de SIMOF, Salón Internacional de la Moda Flamenca, un completo escaparate de las tendencias en este sector para las ferias y romerías del 2022.
El evento está organizado por Fibes, la agencia Doble Erre y cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Sevilla. Durante cuatro días de exposiciones y desfiles, cuarenta diseñadores han presentado alrededor de 1.700 trajes en los que ha predominado el color rojo y otros tonos igualmente brillantes.
Así pues, el rojo está presente en las colecciones ‘Farala’ de Alejandro Santizo y ‘10’ de José Galvañ. Otros tonos de moda son el blanco y el negro, y también el naranja, el amarillo, el verda lima y la gama cromática de los malvas. En definitiva, una paleta alegre y variada que forma parte de los diseños de Pilar Vera, F de Frank y Verónica de la Vera.
MUCHO LISO Y MENOS ESTAMPADO
Se confirma la vuelta de los vestidos lisos, haciendo una apuesta por el color block. Es decir, el uso de un color para componer un look rotundo. Los diseños de F de Frank son un claro ejemplo del empleo de esta técnica, con trajes de volantes donde prevalece la monocromía de naranjas, fucsias, verdes o turquesas.
Los estampados, y especialmente los lunares, son un clásico que nunca pasarán de moda, tal y como demuestra la colección de Jose Joaquín Gil, que apuesta por patrones voluminosos. Precisamente, la televisiva Raquel Bollo se ha estrenado en SIMOF como diseñadora de moda flamenca con una colección, inspirada en los años 70, que le concede su merecido papel a los lunares, que en este caso son grandes y vistosos. Por su parte, Rosa Pedroche apuesta en su colección, titulada ‘Benedicta Gloria’, por los estampados florares, en su mayoría en colores rojo y negro.
La moda flamenca conserva sus raíces marcando y ciñendo la silueta femenina. Este año se busca el movimiento y el volumen, sobre todo en la parte superior del cuerpo a través de los volantes en mangas y escotes, tal y como hace Sara Sanabria en su colección ‘Amoríos’. Estos volúmenes, incluso en versiones XXL, también se aprecian en los diseños de José Raposo, cuya colección ‘New Galaxy’ es una oda al futuro. Para ello, utiliza brocados, metalizados, rasos, perforados y polipiel para dar volumen a los trajes tanto en faldas como en escotes y mangas.
TRAJES CON MANTONCILLOS
El mantón es tendencia y cada diseñador, entre ellos Aurora Gaviño y los Hermanos Santos, aporta su propia visión de cómo llevarlo. Impecables, tanto en su colocación como en la combinación de colores, son los mantoncillos de la firma Mi Abril. Sujeto en la parte delantera mediante un broche, cruzado en las caderas con los extremos sueltos o cruzado hacia atrás cubriendo el pecho, son algunas de sus propuestas. Propone, incluso, llevar dos mantoncillos: uno atado a la cintura y otro sobre los hombros.
Las tendencias flamencas se trasladan a la calle y viceversa, en una moda ready-to-wear, que aporta un toque de originalidad y atrevimiento. En este sentido, la modista Augus Dorado incorpora a sus diseños las camisas oversize y las chaquetas; Pilar Vera opta por toreras de pedrería; y Aurora Gaviño, por chalequillos.
ARGOLLAS Y CLAVELES NATURALES EN EL PELO
En el apartado complementos, la argolla, en múltiples formas y opciones, ha sido el pendiente favorito en la mayoría de las colecciones, como las de Rosa Pedroche y Verónica de la Vera. Cabe reseñar, también, los cinturones con el fin de marcar las cinturas y perfilar talles altos, tal y como lo hace Javier García.
El complemento por excelencia en el look de flamenca es la flor. Este año triunfará el clavel natural en color rojo, pero en las pasarelas también se han visto orquídeas, flores campestres, nardos y paniculata. En cuanto a su colocación, se llevan en la parte superior de la cabeza, adornando trenzas y coletas, en forma de diademas o coronas, y una o varias flores a un lado. Los peinados responden a un estilo clásico, con la raya en medio, muy pulidos y haciendo uso del ‘efecto mojado’. Predominan los moños de bailarina y las coletas voluminosas a base de ondas abiertas.