Viajar ➪ Un día de lujo en Mónaco

Ana MONTIEL VILLENA

Las ventanas de la suite Diamond del Hôtel de Paris Montecarlo se abren para comenzar el día en uno de los países más lujosos del mundo, Mónaco.

Ubicado en la Costa Azul, el segundo principado más pequeño después de la Ciudad del Vaticano, es un destino deseado por los turistas por su clima y su lujosa vida. Consta de unos cuatro kilómetros de costa, lo que lo convierte en uno de los diez países más pequeños del mundo y lo dota de un paisaje con vistas al mar desde, prácticamente, cualquier rincón. Por lo tanto, qué mejor que empezar el día con un desayuno, a partir de los 30 euros, en la terraza del Horizon Rooftop con unas espectaculares vistas al Mar Mediterráneo. 

Si es la primera vez en Mónaco, es esencial visitar el Palacio del Príncipe, Palais du Prince, donde reside la monarquía más antigua del mundo, la familia Grimaldi. Es uno de los monumentos más impresionantes del principado, ya que está ubicado en la roca superior de Mónaco, y forma parte de su cultura e historia. Además, es posible recorrer las lujosas salas estatales y presenciar el Cambio de Guardia que se realiza todos los días a las doce menos cinco de la mañana. 

monaco

A tan solo 12 minutos paseando, se encuentra la Catedral de Nuestra Señora Inmaculada, Cathédrale de Notre-Dame Immaculée en francés, consagrada en 1911. Es el principal lugar de culto de los monegascos, cuya religión es el catolicismo. Su impactante fachada pertenece al estilo neorrománico y consta de abundantes arcos, frisos esculpidos, canecillos y algunas estatuas.

Fusión mediterránea y caribeña en el Restaurante Blue Bay
Para almorzar, una de las mejores opciones es el exclusivo restaurante Blue Bay, ubicado en el número 40 de la Avenue Princesse Grace. Cuenta con una estrella Michelín y ofrece una interesante fusión de comida mediterránea y caribeña, dada la procedencia de la isla Martinica del chef Ravin. De postre, para poner la guinda al pastel, y nunca mejor dicho, se propone degustar la rosquilla dona cubierta de dulce de leche.

Comienza la tarde con una visita al Museo Oceanográfico, un edificio neoclásico que se levanta desde un acantilado y que recrea el mundo marino con acuarios y exposiciones. La entrada cuesta entre 6 y 11 euros, dependiendo de la temporada. Un precio bastante moderado en comparación con el de otras atracciones turísticas. Posteriormente, apetece un paseo por la principal calle comercial, Boulevard des Moulins, y darse un capricho en exclusivas tiendas como Louis Vuitton o Versace.

Para finalizar el día, lo mejor es ver la puesta de sol desde la terraza de Quai des artistes, un restaurante de lujo de estilo parisino en el puerto Hércules. Y acabar la noche en el gran Casino de Montecarlo, en la Plaza del Casino. Un edificio construido por Charles Garnier, que también creó la Ópera de París, propio del estilo Napoleón III y uno de los principales atractivos del Principado.

Marcar como favorito enlace permanente.

Comentarios cerrados.