- El libro, titulado ‘La última melodía de Chopin’, ha salido a la venta el 24 de mayo
Texto y fotografía: Natalia RÍOS
Francisco de Paula es el verdadero nombre de Blue Jeans, un escritor de novelas juveniles que acaba de publicar un nueva obra titulada ‘La última melodía de Chopin’.
La historia está ambientada en Sevilla, una ciudad que conoce bien, pues vivió en el municipio de Carmona hasta los 18 años. Licenciado en Periodismo, es autor de 13 novelas de amor y de seis novelas de thriller, intriga y acción. Actualmente, cuenta con más de dos millones de seguidores en España y Latinoamérica.
Recientemente estuvo en Sevilla y pudimos entrevistarlo. Nuestro encuentro fue al mediodía en el Hotel NH Plaza de Armas. Sentados en una pequeña mesa de café estuvimos hablando sobre las otras entrevista que tendría a lo largo del día y, por supuesto, sobre su última novela. Una vez en las librerías, confiesa que «está tranquilo y con ganas de que todos y todas puedan disfrutar de la historia». También nos contó que dos días antes se había subido en helicóptero por primera vez, un dato y un elemento que tiene gran importancia en su nuevo libro.
Ya está en las librerías su nueva novela para adolescentes titulada ‘La última melodía de Chopin’, ¿cuál es la idea principal que quiere transmitir con este libro?
Responder a los lectores sobre aquello que quedó pendiente en el primer libro. Es una historia de misterio, un thriller con desapariciones y muertes. Los personajes son los mismos del libro anterior, por lo tanto, es una continuación de este.
¿Cómo construye la personalidad de los protagonistas?
A mí me gusta que los personajes vayan evolucionando a medida que voy escribiendo el libro. Antes de escribir ya tenía pensadas algunas ideas y algunas características. Muchos autores dicen que el propio personaje es el que te va guiando y el que va evolucionando en la historia. Es importante que no se salga de la trama, que si le pasa algo importante se transmita esa sensación. Siempre intento que los figurantes no sean siempre iguales. Las personas somos contradictorias e intento reflejarlo en los libros, y que se note que hay evolución.
Su nueva obra se sitúa en Sevilla en 2019, ¿cómo ha sido el proceso de documentación?
Lo primero es que tengo que estar actualizado, pues al ser una novela juvenil hay que estar atento a lo que pasa con los jóvenes, su forma de hablar, las nuevas redes sociales, qué series ven y la música que escuchan. Cada cosa que pongas tiene que estar documentada. En estos dos últimos libros hay un asunto policial, con forenses y jueces. Mi padre era procurador en los tribunales y me he informado de las funciones de los cuerpos de seguridad.
Siendo usted periodista, ¿cuál es la diferencia entre documentarse como escritor de libros y redactor en un medio de comunicación?
Haber estudiado periodismo no me sirve de mucho para documentarme en ciertos temas. Cuando yo estudié periodismo, la documentación era muy diferente a como es ahora, porque antes tenías que ir a la biblioteca nacional o pedir cita y ahora está todo en internet. Estudiar periodismo sí me ha servido a la hora de redactar, usando frases cortas y un estilo directo. Creo que es diferente. He trabajado en una revista de padel y he tenido que ir de una lado para otro buscando información, pero para escribir mis novelas no tengo que ir a una rueda de prensa, si hablo de un castillo voy y lo veo por dentro. Aunque depende del tema. En esta novela he tenido que calcular cómo sería el choque de un helicóptero, que no explotara porque no quería una masacre, solo que perjudicara a los que iban dentro.
¿Algo de su adolescencia queda reflejado en sus libros?
Cuando decidí ambientar la novela en Sevilla me vinieron muchos recuerdos muy buenos, para mí es la ciudad más bonita del mundo. Me leen mucho en Latinoamérica, y la idea es que les apetezca venir a conocer Sevilla.
A comienzos de su vida como escritor, reconoció escribir novelas juveniles, ¿qué piensa en el 2023?
Mis libros son juveniles, pero defiendo que es una novela completa y trabajada que la puede leer y le puede gustar a todo el mundo. Sí es cierto que en estos dos libros en concreto, en las novelas de Chopin, doy por primera vez voz a adultos, por ejemplo, en el caso de la inspectora Celia Mayo.
¿Cree que sus lectores actuales seguirán leyendo sus novelas a medida que pase el tiempo?
Ten en cuenta que empecé en 2008, y la generación que me leía entonces ya no es tan joven. Dos lectoras me han invitado a sus bodas este año, conozco a los hijos de mis primeras lectoras y algunas con casi 30 años me siguen leyendo. Habrá gente que siga ahí y otra que se olvide de mí. En una firma de libros veo a personas de todas las edades.
¿Intenta acompañar a sus lectores a través de un camino de autodescubrimiento mediante sus libros?
Es importante que esté todo representado, porque si no es así parece como que al autor no le interesan o no está de acuerdo con determinados asuntos. Pero a veces la historia no te da para contar ciertas cosas. Yo he hablado de identidad sexual, de bullying, de trastorno de la conducta alimentaria, de lo que pasa en internet y en los institutos. En una firma una lectora me dijo que se sentía invisibilizada y que escribiera algo sobre una chica alta que sale con un chico bajito. Le di la razón. También he conocido a personas con discapacidad que me piden que haga un personaje ciego o que tenga problemas auditivos. Pero tiene que encajar en la historia y me tengo que documentar para hacerlo bien.
En relación a un tema, desgraciadamente, de actualidad, ¿que puede hacer la literatura para combatir el acoso escolar?
Procuro que el lector se sienta identificado con el libro. He creado personajes que se autolesionan o que sufren bullying, siempre con el máximo respeto. Con ello no les soluciono el problema, pero puedo animarles a que busquen ayuda, a que hablen con su entorno. Una chica me comentó por Instagram que estaba mejor de sus problemas de autoestima y le contesté que cuando tuviera un bajón se acordara de su momentos felices y de las personas que la quieren. En una firma de libros me dijeron que unas chicas ingresadas por problemas con su alimentación leían mis libros y eso les hacía sentirse mejor. A veces, cuando escucho estas historias se me saltan las lágrimas.
¿Cómo cree que lo ven sus seguidores?
Muy mayor, me ven como una persona cercana, yo intento que me vean como alguien corriente, un escritor que está a la misma altura que el lector. No quiero que me vean como alguien inalcanzable.
¿Cuál ha sido su mayor acierto literario?
No rendirme. Me han rechazado muchas veces y seguí insistiendo, lo hago por mí y no me vengo abajo. Y la disciplina. Aunque en la universidad era un desastre y me costaba mucho todo, no me esforzaba tanto.
¿Y su mayor error?
La soberbia del principio o intentar vender y que se note que quiero que se venda. Esa prepotencia del principio fue un gran error. Quizás, también, haber escrito escenas que no tienen mucho sentido o no tienen lógica.