- La soprano Ainhoa Arteta, el exfutbolista Juan Carlos Unzué y los Bomberos de Sevilla figuran entre los galardonados con estos premios
Inma MARTÍN
La Hermandad de la Macarena ha entregado sus primeros premios Spes Nostra, que reconocen a personas e instituciones que se comprometen socialmente y mantienen viva la esperanza.
Para la hermandad, la intención con estos galardones es distinguir el esfuerzo, la superación y el compromiso que traslada a la sociedad actual un mensaje de esperanza, para seguir mostrándonos que merece la pena involucrarse en la construcción de un futuro de luz para todos.
Los premios se entregaron en el transcurso de una gala benéfica, celebrada en el Auditorio CaixaForum de Sevilla, que fue retransmitida por Macarena TV, bajo la dirección del Grupo Blogosur, para 54 países del mundo y estuvo presentada por la modelo Julianna Ro y el periodista Sergio Morante.
Hubo photocall y alfombra roja (en esta ocasión, verde) por la que pasaron representantes de la vida social, cultural y política de la ciudad, entre los que figuraban el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz; el consejero de la Presidencia, Interior, Diálogo Social y Simplificación Administrativa, Antonio Sanz; el delegado del Gobierno de Andalucía en Sevilla, Ricardo Sánchez; el Defensor del Pueblo Andaluz, Jesús Maeztu; el cantaor Manuel Lombo y el torero Eduardo Dávila Miura.
A su llegada al acto, el alcalde y el consejero de la Presidencia coincidieron en su mensaje de agradecimiento a la Hermandad de la Macarena, pues tal y como señaló Antonio Sanz, «venimos hoy aquí para dar las gracias a este institución por su solidaridad, ayudando a quien lo necesita no sólo durante fechas señaladas o en Semana Santa sino los 365 días del año». El consejero añadió que las hermandades tienen una capilaridad y una penetración social «a la que no llegamos las administraciones». Y concluyó diciendo: «Gracias a la Macarena por enseñarnos el camino de la esperanza».
En respuesta a estas palabras, el hermano mayor, José Antonio Fernández Cabrero, señala que no entiende una hermandad que no sea generosa o solidaria. Por su parte, han querido premiar a aquellas personas que se comprometen socialmente, independientemente de que sean o no sean religiosas, y de que pertenezcan o no a una hermandad. Pues para Fernández Cabrero, los premios son necesarios a estas altura de siglo y «con un cambio de era en puertas -Inteligencia Artificial, tecnologización, aislamiento, cultura de la eficiencia, relativismo de valores-, la esperanza es un bien cada vez más escaso y que exige enormes cantidades de energía para conservarlo y contagiarlo». En relación a los Spes Nostra, los considera «pioneros e inéditos, pero coherentes con nuestro propósito de avanzar hacia una hermandad aún más social a través de acciones para potenciar la presencia y visibilidad de la Macarena en la sociedad».
Son ocho premios, tantos como letras componen la palabra Macarena. Precisamente, identificando cada una de estas letras con un valor humano, los Spes Nostra han sido concedidos de la siguiente manera:
- Premio M de ‘motivación’ a la científica Pilar Mateo por poner al servicio de los más desfavorecidos y vulnerables su talento investigador.
- Premio A de ‘amparo’ para el personal de la UCI del Hospital Universitario Virgen Macarena por su dura labor diaria de atención a enfermos críticos convirtiéndose en la mirada, la voz o la mano que dan esperanzas a estos pacientes.
- Premio C de ‘cooperación’ para Monseñor Aguirre y su Fundación Bangassou por su labor incansable en República Centroafricana para procurar a la población servicios de sanidad, educación y bienestar, aún a riesgo de su propia vida.
- Premio A de ‘arte’ para la soprano Ainhoa Arteta por ser embajadora de la Virgen de la Esperanza en el mundo a través de su música.
- Premio R de ‘responsabilidad’ para Leandro Marín Barrios, Sergio Sainz Barrera, Julián Hidalgo Delgado y José Manuel Domínguez Molero, bomberos de la Unidad Canina de Sevilla, que rescataron con vida a una mujer y a un bebé de entre los escombros una semana después del terremoto de Turquía.
- Premio E de ‘esfuerzo’ para el exfutbolista Juan Carlos Unzué, por su esfuerzo, superación y resiliencia convirtiéndose en ejemplo para otras personas; así como por su compromiso con la promoción de la investigación científica de la ELA en España.
- Premio N de ‘nobleza’ para José Manuel Roas y Pablo Roas por demostrar, maratón tras maratón, que el amor, la fe y la entrega siempre vencen a cualquier limitación física o mental.
- Premio A de ‘alegría’ para los Vecinos de la calle Parra por convertir esta calle cada mañana de Viernes Santo en un espacio de alegría absoluta, de reencuentros y, en definitiva, de esperanza compartida. Al tratarse de un premio colectivo, en la gala se hace entrega de una placa cerámica, que se colocará en la fachada de una casa.
La entrega de estos premios fue vibrante, sumando un buen número de momentos emotivos, durante los cuales los asistentes compartieron risas y alegrías con los galardonados. Pero también se saltaron algunas lágrimas. Así fue con el testimonio de José Manuel Roas hablando de su hijo Pablo, con parálisis cerebral, y con quien ha corrido decenas de maratones, incluyendo el de Nueva York; las historias de rescates y supervivencia de los bomberos de Sevilla o las confesiones de la soprano Ainhoa Arteta, vestida de verde esperanza, que sorprendió al auditorio cantando a capela el Ave María de Schubert.
La gala contó, además, con las actuaciones musicales de la Sociedad Filarmónica Nuestra Señora del Carmen de Salteras; el tenor Jerónimo Vázquez; el guitarrista Juan Carlos Romero, acompañado de un sexteto de músicos; la cantaora María Terremoto, quien interpretó una versión muy personal del tema Hallelujah de Leonard Cohen; y el pianista David Peña Dorante, que fue el encargado de poner el broche de oro al evento.
De manera paralela a todo lo anterior y ante la vista del público allí presente, el escultor Martín Lagares modeló en vivo una figura de barro. Se trata de una alegoría de la esperanza que sujeta en su mano el remate de un ancla. El artista ha donado la pieza a la hermandad para que sea subastada con fines benéficos.
La fachada de la basílica en el galardón
El premio, obra original de The Exvotos, está sacado de la arquitectura de la fachada de la basílica. Representa un obelisco que se erige como un modo de señalar un lugar sagrado donde reside la esperanza. Mide 34 centímetros y está realizado en arcilla terraclara, esmaltado y decorado en tonos verdes siguiendo las técnicas de la cerámica tradicional sobrebaño. En las cuatro caras del obelisco se repite alternativamente las iniciales S y P en oro.
Sus autores, Luciano Galán y Daniel Maldonado, explican que su propuesta «juega con la iconografía de la Hermandad, pero sin dar vueltas a lo mismo de siempre”. Pues si algo ha caracterizado a esta gala y a estos premios es su carácter rompedor. Tradición y modernidad son posibles en el mundo cofrade, y así ha quedado demostrado.