- Alcalde de Montijo y plusmarquista de lanzamiento de martillo, se prepara para sus 4º Olímpicos
Manuel GÓMEZ PÉREZ
Javier Cienfuegos es natural de Montijo, localidad pacense de la que es alcalde desde junio de 2023. “Cuando me propusieron ser candidato por mi pueblo, ni me lo pensé”, confiesa sobre la decisión de representar a su localidad en las urnas.
Además Cienfuegos persigue otro sueño, el de acudir a sus 4º Juegos Olímpicos en París, todo un hito para cualquier deportista profesional. Desde que comenzó con 14 años a entrenar lanzamiento de martillo en el club de Montijo hasta este último año, que no ha podido competir con normalidad debido a una lesión de espalda, continúa con la misma ilusión por perseguir sus metas y objetivos. Como él mismo revela: “me levanto y entreno todos los días para lograrlo».
Una lesión le ha impedido acudir al Campeonato de España de Lanzamientos Largos, ¿cómo se encuentra?
Un poco contrariado. Vamos a ver si soy capaz de terminar la temporada en condiciones y poder despedirme compitiendo, pero es muy difícil. El verano pasado no pude competir, este invierno igual y cada vez que intento entrenar un poco más y apretar, la espalda se resiste. El camino se está poniendo cuesta arriba, pero no pienso en la pena de no poder estar compitiendo sino en estar contento con toda la carrera que he tenido hasta ahora.
¿Cómo se inició en el mundo del atletismo y por qué se decantó por el lanzamiento del martillo?
Empecé un verano con 14 años y por casualidad. Mi entrenador conocía a mi madre y hablando le comentó que había comenzado a lanzar con su hija y que habían ido al campeonato de España. Entonces, mi madre le dijo que tenía un hijo muy grande y que lo llevaría allí. Esa misma tarde fui y, desde el primer momento, me atrajo el ambiente familiar que se vivía y las relaciones con los compañeros. En ningún momento pensamos en los resultados futuros sino en pasarlo bien y disfrutar haciendo deporte.
¿Qué requisitos exige esta especialidad deportiva?
Este deporte requiere, principalmente, de mucha técnica. También somos deportistas grandes, fuertes y pesamos mucho y, obviamente, el trabajo de fuerza cobra una mayor importancia. No obstante, si por muy fuerte que seas, no sabes lanzar, es imposible que el martillo llegue lejos. Y lo mismo pasa al revés, si no tienes la suficiente fuerza no podrás tirarlo lejos. Por lo tanto, hay que encontrar un equilibrio entre la técnica y la fuerza.
Del deporte profesional a la alcaldía, ¿cómo se produce ese salto?
No se me había pasado por la cabeza antes. Sí es cierto que siempre he colaborado con las reivindicaciones que ha tenido Extremadura relacionadas con el tren o algunas otras causas que me parecen injustas. Al fin y al cabo, pienso que todos tenemos en nuestro interior un pequeño político, entre comillas. Alguien que dice: yo creo que para mi pueblo o para mi comunidad, a mi país le vendría bien esto o se puede trabajar por esto otro, independientemente de la ideología. Al final, en el año 2024, las ideologías tienen que pasar a un segundo plano. La mayoría de gente pensamos igual, convivimos de la misma manera. Entonces, cuando me dijeron que si quería ser candidato a mi pueblo dije que sí, casi sin pensarlo. Porque en el pueblo muchas veces los proyectos se agotan, vi que hacía falta un poco de sangre nueva y decidí echarme para adelante. Conseguí hacer un buen equipo, de gente renovada, gente nueva y con experiencia, y la verdad es que tenemos muchísimas ganas y creo que el pueblo está respondiendo bastante bien. La gente acude a los eventos que organizamos, nos está felicitando y sabemos que todavía tenemos cosas que mejorar. No lo estamos haciendo todo perfecto, está claro. Así, como en el deporte, muchas veces cuando he estado entrenando siempre he buscado mi mejor versión día a día y aquí, en la alcaldía, exactamente igual. Tenemos un objetivo por delante para los próximos tres años, que es tener un Montijo mejor y, después, ya los ciudadanos elegirán si quieren que sigamos o que venga otro compañero y continúe.
¿Cómo es un día de trabajo del alcalde Javier Cienfuegos?
Me levanto muy temprano para prepararme tranquilamente. Tengo una hija y me gusta llevarla al cole siempre que puedo. Y después me voy al Ayuntamiento alrededor de las ocho. Hago mi jornada laboral, algunas veces con reuniones, otras veces con trabajo de oficina o reuniones con el personal del Ayuntamiento hasta el mediodía. Por la tarde, los días que puedo entrenar, entreno. Algunos días también trabajamos por la tarde organizando eventos o tenemos reuniones con los concejales. Y si no, pues estoy en casa siguiendo con el trabajo de oficina. Al final, hay muchísimas cosas por hacer. Me apasiona, cada día que pasa, cada semana que pasa me está gustando muchísimo este trabajo. De vez en cuando, celebro alguna que otra boda, que es una de las tareas más bonitas de la alcaldía porque estás celebrando la unión de dos personas. O cuando acudo a los eventos, muchas veces lo que quieres ver es que la gente disfrute con lo que hemos organizado, por ejemplo, la última romería de San Blas.
¿Qué es lo más complicado de ser el alcalde de tu pueblo, Montijo?
Lo más difícil es, sin duda, no llegar. No llegar a todos los vecinos, a todos los actos y, sobre todo, la toma de decisiones. Porque un alcalde está para eso, para tomar decisiones, pero el dinero es finito y no hay para todo. Entonces, tienes que decidir lo que es mejor para el pueblo y para la mayoría de sus vecinos, y estas son decisiones difíciles. Consideramos que muchas de las medidas que vienen impuestas por las diputaciones o por el gobierno central no son justas para tu pueblo, pero las tienes que acatar. Por lo tanto, cuando tomamos una decisión importante, intentamos siempre que afecte y mejore la vida del mayor número posible de vecinos, pues el bien mayor y el bien común es lo que nos debe mover durante la legislatura.
¿Y lo más complaciente?
Cuando ves que el vecino del pueblo disfruta. Cuando se organizan los actos y las celebraciones y ves que los vecinos salen a la calle. Recordar el Montijo de nuestros abuelos, de nuestros padres, recuperar esa vida en sus calles es uno de los objetivos que nos hemos marcado. Y creo que, sinceramente, lo estamos consiguiendo, porque así nos lo hacen llegar los vecinos del pueblo.
«Para lanzar el martillo y que llegue lejos, hay que
buscar el equilibrio entre la técnica y la fuerza»
¿Cómo compagina dos mundos como el deporte y la política?
El deporte y la política tienen más cosas en común de las que la gente piensa. Uno de los aspectos que más destaco del atletismo es el ambiente y el compañerismo que se vive desde dentro. Obviamente, todo el mundo quiere ganar, pero tenemos claro que una vez acabada la competición, la rivalidad hay que dejarla a un lado. Pues en la política ocurre algo parecido. Conservo muy buenos compañeros de otros partidos políticos porque lo que tengo claro es que no me pienso llevar ningún enemigo de esta etapa. De modo, que tanto en el deporte como en la política, cada uno defiende sus ideas, pero con un trato amable y cordial con todo el mundo.
¿Cómo ve la hazaña de los 4º Juegos Olímpicos?
Unos 4º Juegos Olímpicos no están al alcance de todo el mundo, así que ojalá ocurra. Entreno todos los días para que así sea. Sé que tengo la espalda fastidiada, pero vamos a seguir peleando y luchando para conseguirlo. Sin embargo, si no se logra me iría a gusto, porque, al final, la espalda y la salud mandan y tengo que pensar en la vida después de lanzar el martillo.
¿Sería el momento de retirarse de la competición?
Sí, sería el momento de retirarme. La principal razón es porque la espalda ya no me aguanta…(risas)
Después de casi toda una vida dedicada al deporte, ¿cuáles son los recuerdos y los momentos más importantes de esta carrera?
Son muchos los recuerdos que se me vienen a la cabeza. Pero si tuviese que elegir, serían, sin duda, las primeras veces. La primera vez que gané el Campeonato de Extremadura, tener la ropa de la federación fue para mí una alegría inmensa. Una sensación parecida me ocurrió la primera vez con la ropa de la Selección Española y cuando acudí a mis primeros Juegos Olímpicos. Al fin y al cabo, cuando vives una experiencia por primera vez, siempre es especial.
Deporte, política…, y aún es muy joven. Pensando en un futuro, ¿qué será lo próximo?
No sé lo que pasará. No me gusta pensar mucho en el futuro, esto es algo que te enseña el deporte. Es mejor centrarse en el presente porque la vida te puede deparar algún contratiempo y todo lo que tenías pensado se derrumba. Cuando me tuve que operar, pasé de competir con los mejores del mundo a no saber si iba a poder seguir lanzando. Entonces, prefiero ir siempre con cautela, disfrutar el momento. Ahora mismo, tenemos tres maravillosos años por delante trabajando por el pueblo y no miro mucho más allá de eso.