Es una obra realista, de grandes dimensiones, dibujada sobre la fachada de un silo de metal
La CRÓNICA
La artista Virgina Bersabé ha dado vida y color a un edificio, concretamente, un silo, ubicado en El Viso del Alcor, con un mural dedicado a la mujer recovera, una figura típica de este municipio sevillano. La ha representado “con esa doble carga: por un lado, el canasto con el que vendía los productos y, por otro, el porqué vendía ese producto y hacía esos viajes, pues porque habría una carga y un sostén familiar”, explica la muralista.
Ha sido la comunión de la pintora con la ciudadanía de El Viso del Alcor, localidad en la que ha desarrollado su intervención artística, la que ha determinado la temática de la misma. “Me han acogido, me han abrazado, me han presentado al pueblo, me han hablado de sus tradiciones, de sus personajes. Pero cuando me hablaron de la mujer recovera, que recogía productos de la huerta local de este pueblo e iba a Sevilla a venderlos, hice mío el tema”, señala la artista.
Esta obra forma parte de ‘Plazes-24’, un proyecto de arte mural para revitalizar espacios públicos, transformar el paisaje urbano y conectar a través de la cultura con la identidad local. Está promovido por el Área de Cultura y Ciudadanía de la Diputación de Sevilla en colaboración con los Ayuntamientos de El Viso del Alcor, Camas, Los Corrales y Mairena del Aljarafe. Además de Virginia Bersabé, también han participado los artistas murales Pedro Almeida, Alberto Montes y Osier Luther.
Precisamente, Bersabé, que a lo largo de su trayectoria artística se ha centrado en el homenaje a las mujeres mayores del mundo rural a gran escala, explica que para su contribución en ‘Plazes-24’ quería “darle ese punto de vista de diosa, de tótem, de monumento clásico, que toda esa figura estuviera colocada en el sitio donde realmente iba, en mitad del campo y en esa vega, para que también se fusionase con el entorno donde iba a estar pintado”.
Se trata de un mural ubicado junto al aparcamiento de El Sequero, en la carretera de La Vega, “gigantesco y ya no solo por las dimensiones sino por las características de la propia pared, que es un silo de metal, de chapa galvanizada y, además, tiene muchas ondulaciones, tanto horizontales como verticales, lo que me iba a condicionar mucho la imagen”, explica Bersabé.
Un trabajo pictórico focalizado en la mujer mayor
Virgina Bersabé se licenció en la Facultad de Bellas Artes de Sevilla en el año 2013, en la especialidad de Pintura. Su formación se fue completando y enriqueciendo con la concesión de becas y residencias artísticas por todo el mundo. Como artista especializada en intervenciones de arte mural, ha realizado proyectos para entidades públicas y en el ámbito privado.
Su trabajo tiene como eje central a la mujer mayor, su relación con el espacio, las manifestaciones físicas y pictóricas de su memoria e identidad a través de la piel y el entorno que habitan. La artista establece una relación y un diálogo intergeneracional de aprendizaje y enseñanza, basado en la confianza y la intimidad, para profundizar en la vida y la historia de cada una de las modelos. De forma que, tratando a una mujer en particular, habla de todas en general, dando visibilidad y poniendo el foco en un colectivo bastante olvidado, como es la mujer en la senectud.