Laura ACEVEDO
Francisco de Asís Gaviño es un joven jinete internacional de Concurso Completo de Equitación además de estudiante de Farmacia A sus 22 años, ya ha sido ganador del Campeonato de España de Juveniles, plata en el de adultos, triunfador de la Copa de S.M. el Rey y campeón de Andalucía.
Fue cuando tenía 10 años, gracias a la FEBA (Fundación de Equitación de Base) y a la Asociación Española de Criadores de Caballos Anglo-Árabes, cuando conoció por primera vez el Concurso Completo de Equitación. Durante varios años compitió con el caballo de su padre, un Pura Raza Árabe y, posteriormente, comenzó a montar a una potra Anglo-árabe de fuerte carácter que “marcó un antes y un después en mí”. Corrió su primer internacional con ella con 15 años y le llevó al Campeonato de Europa Juvenil, y en 2014 debutó con su yegua Source de la Faye hasta hoy.
La rutina para un estudiante de Farmacia y deportista de élite es dura, tiene que estructurar bien su rutina diaria “tengo que programar mi calendario dividiendo el tiempo en estudiar, entrenar, hacer prácticas y asistir a competiciones”. Afirma que le queda poco tiempo libre para su vida de ocio. “Tienen que gustarte mucho ambas cosas”, asegura Francisco, señalando que para él lo más importante es tener un orden exhaustivo.
Cuenta que mentalmente no se prepara, pero que hay mucha presión: “querer hacerlo bien delante de tanta gente, tener un caballo bueno y el haber formado ya un currículum en este mundo te genera tensión porque la gente espera lo máximo de ti”. No obstante, confiesa que sabe sobrellevarla y hacer que no le afecte. “Algo que me ayuda para contrarrestar los nervios del momento es la experiencia acumulada durante años”, afirma Gaviño.
La equitación es un deporte muy delicado, requiere de largas jornadas de entrenamiento. En el caso de Francisco, entrena seis días a la semana en el campo. El concurso completo es un triatlón que consiste en doma, salto y cross. Su favorita es el cross, donde se prueba la velocidad, la resistencia y la capacidad de salto del caballo, y el jinete expone su control del paso y la monta a campo a través: “es muy divertido, te hace soltar adrenalina por la velocidad”.
En esta disciplina el físico del animal es lo más importante, “de hecho es un atleta de altísimo nivel”, certifica Gaviño. Explica que hay varios tipos de entrenamientos: fondo, que son los galopes, salto, cross y, finalmente, el entrenamiento de mantenimiento llamado flat work, que es un trabajo suave de media hora, “se está cinco minutos al paso, luego trote y galope, siempre tranquilo y relajado”, añade Francisco.
Al preguntarle si el jinete es consciente del atleta que lleva debajo, Francisco, atento y sensato, responde “muy consciente, todo se basa en que el caballo esté bien, mis caballos tienen muy buena vida y buenos cuidados”. Francisco respeta rigurosamente las horas de alimentación de sus caballos, así como los controles veterinarios. A los caballos de competición “les doy un pienso alto en proteínas e hidratos y bajo en grasas; además de ENO, un elemento complementario muy importante”, explica el jinete.
Un deporte poco valorado en España
Opina que la cultura del caballo en España está vista como de “paseo”, y que la mayoría no trata al caballo como a un deportista. Por contra, asegura que, en otros países como Alemania o Francia valoran este deporte y al caballo. Además, afirma que poseen mejores profesionales y, recomienda ir fuera a aprender, “tengo la suerte de formarme y competir fuera y mi mentalidad es más europea”.
Gaviño está muy seguro de adónde quiere llegar. A corto plazo, quiere consolidarse a nivel cuatro estrellas, casi el más alto. Y a largo plazo, desea llegar a las olimpiadas.