Ángeles BARRIOS / Fotos: Chema SOLER
Como corresponde, entre muchos volantes, lunares y flecos, SIMOF (Salón Internacional de la Moda Flamenca) ha celebrado sus bodas de plata. La actual edición de este evento, organizado conjuntamente por FIBES Sevilla y la agencia Doble Erre, ha contado con 42 desfiles profesionales y la participación de más de 50 diseñadores y firmas de moda que han presentado más de 1.500 vestidos de flamenca.
Estos 25 años han sido historia en la moda andaluza. Y para dejar constancia, algunos diseñadores han plasmado esta cifra y el nombre SIMOF en sus complementos. Incluso, se ha creado el primer zapato oficial que aúna la esencia de SIMOF, y que ha sido diseñado por la firma Bea Madrid Shoes.

Diferentes estilos están presentes en la colección Revolución de Verónica de la Vega
Respecto a las tendencias, la clave es la mezcla y podemos decir que están de moda todos o casi todos los cortes, colores y tejidos. Eso sí, con un estilo alegre y vistoso, que también ha quedado plasmado en los complementos, de gran tamaño y haciendo alusión a elementos naturales como hojas, flores, animales o estrellas de mar. Continuando con la tendencia de los últimos años, las flores son grandes y pueden sustituirse por tiaras. De los collares, ni rastro.

El complemento estrella de los trajes de Lina son los bolsos diseñados por Lecoop
Con su colección Rebelle Fleur, Sara Pérez Valenzuela fue la ganadora del certamen de diseñadores nóveles de SIMOF, y además recibió el premio a la Mejor Colección Flamenca. Respecto a los desfiles profesionales, a continuación se muestra una selección de las colecciones que pudieron verse en esta 25 edición del Salón.
La colección de Lina, Fuera de Contexto, inauguró la pasarela. Son diseños para mujeres transgresoras, independientes y de marcada profesionalidad, que se acomodan a los nuevos tiempos sin perder su identidad femenina. Predomina la combinación de estampados en lunares y flores. Así como la mezcla de colores en un mismo diseño: tonos morados, rosas, verdes, negros y burdeos, entre otros. Emplea una gran variedad de mangas para sus trajes. En concreto, sube las mangas, se dejan los hombros al descubierto, o bien, las mangas llegan hasta la muñeca terminando en un volante. El complemento estrella son los bolsos de cuero a la cintura diseñados por Lecoop.
En su colección Salvaje, Aurora Gaviño fusiona tradición e innovación. Son vestidos en una gran variedad de colores: alberos, rosas, verdes, rojos y azules. Están presentes las telas bordadas, los lunares de diferentes tamaños, los volantes que cubren todo el cuerpo y los mantones de manila. Cabe destacar que Ágata Ruiz de la Prada ha colaborado en los complementos de la colección 2019 de Gaviño.
Retales de mi vida es la colección de Alejandro Santizo. En ella predominan los colores pasteles: el blanco, los rosas, los amarillos, el verde agua, el celeste, y también tonos más oscuros como el negro y el rojo pasión. El talle de sus trajes es ajustados en unos y en otros, el cuerpo se cubre de volantes hasta abajo. Los flecos se incorporan al propio traje y nacen de cuellos tipo barco. Como peculiaridad, los trajes de color rojo simulan un clavel.

Volantes desde la cintura en este diseño de Pilar Vera
Para su colección Y Sevilla, Pilar Vera ha diseñado vestidos cómodos. Ha subido las faldas hasta la cintura con volumen que proceden de volantes pequeños y grandes. Sus escotes son de palabra de honor, redondos y, en menor medida, de pico. Eso sí, en la espalda, grandes escotes de pico. Algunos diseños no incluyen las mangas. Su gama cromática es diversa, y en los estampados predominan los lunares y las flores.
La colección de Luis Fernández, Flamencool, son como vestidos de fiesta sin perder la esencia flamenca. Destacan los modelos palabra de honor, y otros con escotes de pico o en forma de corazón. En su colección, también están presente los trajes de chaqueta y los pantalones con volantes. Predominan los vestidos con faldas llenas de volantes y abertura lateral extralarga. Por su parte, los talles son ajustados al cuerpo. Entre los tejidos usados en la confección destacan los popelines de lunares, los mikados de seda, el algodón perforado, el látex, las organzas estampadas, los encajes y las telas metalizadas. Por último, la gama cromática que compone la colección está integrada por blanco, negro, rojo, rosa, lila, naranja, verde y azul.
Consolación Ayala en Malvasía combina diseños sobrios con otros más atrevidos. Presenta trajes con falda de quita y pon, con grandes volúmenes, y otros de pantalón. Entre sus diseños hay vestidos de colores lisos y estampados de lunares. Los escotes son variados: con hombros al aire, de pico, pronunciados o a la caja. El predominio de los volantes en las mangas es esencial: mangas largas y volantes en el hombro, largas y con gran volumen en las muñecas o a partir del codo.
A es la colección de Pedro Béjar. Se caracteriza por los escotes pronunciados, los brazos que quedan al descubierto y las faldas con grandes volúmenes en el bajo, simulando la forma de un clavel. Destacan los cuerpos ajustados y las mangas variadas: de farol, con volantes caídos, con grandes volúmenes, sin volantes. E incluso, los vestidos sin mangas y con tirantas. Los colores de sus diseños son el celeste, los rosas y el rojo.
En su colección Torremolinos 75, José Galvañ, se inspira en esta Málaga del año 1975. La integran trajes entallados para el día y para la noche, vestidos inspirados en la pista de baile de las salas de fiesta de la época con grandes y vaporosas mangas, amplios escotes y una gran variedad de patrones adaptados a diferentes siluetas. Rafael Laureano ha creado tejidos exclusivos para el diseñador, usando popelines, perforados y metalizados. En esta colección prevalecen los estampados lisos, de rayas o de grandes lunares de colores. En cuanto a la gama cromática, destacan el blanco, el azul agua, los morados, los lilas y los rosas.

Mucho volante y lazo trasero en este traje de flamenca bicolor y sin mangas de Pedro Béjar
Flamenca invader es la colección de Antonio Gutiérrez y está inspirada en las películas de serie B de invasión alienígena propias de los años 60. De esta época parte el patrón base que compone los diseños. A partir de ahí, se construyen drapeados, faldas con grandes volúmenes desde las caderas, cuerpos ajustados o vestidos que caen desde la cintura. Sobresalen las mangas al hombro, con un brazo descubierto, ajustadas y acabando en grandes volantes de farol, o con volantes desde el hombro. Los escotes también son variados: de pico, redondos, de cuello alto o formando figuras en medio del pecho.
So Pocrid es la colección Andrew Pocrid, que se inspira en mujeres sensuales, ultrafemeninas y elegantes. Las siluetas de sus diseños son entalladas destacando los grandes volúmenes tanto en las mangas como en las faldas. Algunas de estas faldas presentan aberturas a los lados. En su colección predominan las transparencias, las plumas, los brillos metálicos y los flecos cosidos al vestido. Apuesta por distintos escotes: palabra de honor, de pico, con un hombro al descubierto o redondos con pedrería y transparencias. También, incluye monos y elegantes vestidos para las chicas menos flamencas.
La colección de Ana Morón hace referencia a los cuatro elementos de la naturaleza. Por ello, emplea los azules (el aire), los amarillos (el fuego), los marrones (la tierra) y los verdes (el agua). Para la confección, utiliza patrones pronunciados, y con escotes en pico que dejan los hombros al descubierto. Las faldas presentan mucho volumen con grandes volantes en los bajos. Respecto a la telas, variedad de texturas y tejidos, desde la seda natural o el algodón hasta tejidos más tecnológicos.
Javier García presenta Bendita, una colección inspirada en la primavera, los fuegos artificiales y las flores. Los colores protagonistas son malvas, celestes, aguas, nudes, y con más intensidad, los fucsias o negros, donde destacan los detalles con brillos. Utiliza botones de pedrería y flores en 3D. En cuanto a los tejidos, trabaja con brillo, látex, popelín, picados y tules.

En los monos y los vestidos de Pocrid predominan las transparencias, las plumas y los brillos metálicos
La mujer en modo multitarea inspira la colección de Verónica de la Vega: Revolución. Predominan las asimetrías y los cortes curvos, conseguidos a través de un patronaje avanzado, para recrear las formas de la mujer. Los colores principales son aquellos que identifican a la figura flamenca: blanco, negro y rojo. Los escotes son en forma de corazón, en pico, pronunciados o cerrados hasta el cuello. La simbología del corazón está presente en la mayoría de los trajes de la colección, identificándose con la palabra AMOR.

Verónica de la Vega firma esta fantasía con mucho tul, transparencias y bordados
Sonibel ha presentado este año Yo te cielo, una colección inspirada en la fortaleza y la perseverancia de las mujeres; en especial, en las madres a lo largo de la historia. De hecho, la firma diseña trajes especiales para las madres lactantes. Las claves de esta colección son el vuelo, los volantes y las faldas godés. Para ello, utiliza tejidos como el algodón, la gasa, la licra o el satén. Respecto a los colores, emplea los azules, rosas, rojos, verdes, negros y burdeos. En su diseño, las mangas son estrechas y acabadas en volantes. Mientras que los escotes, tanto en la espalda como los delanteros, son pronunciados, y algunos diseños tienen escotes redondos.