ATICA, la voz de los titulares de casetas que vela por el funcionamiento de la Feria

Esta asociación, que apoya el modelo tradicional de lunes a domingo, trabaja para lograr un equilibrio entre la tradición y la inevitable modernización de esta fiesta declarada de Interés Turístico Internacional

Manuel GÓMEZ / José FERNÁNDEZ

En abril, Sevilla se pone ‘guapa’ para dos acontecimientos ligados a la historia y al sentir de la ciudad. Uno es la Semana Santa y el otro es la Feria de Abril. En el caso de esta última, es una fiesta que te atrapa y te impregna de la cultura y de la alegría de este lugar. 

Un elemento característico e indispensable de la Feria son las casetas. Se trata de estructuras efímeras que cada primavera configuran una mini ciudad, con su propias reglas, ritmo y ambiente, bajo un cielo de farolillos, animada con la música y el baile por sevillanas, y los brindis con rebujito. Pues bien, detrás de todo este entramado existe un colectivo que vela por su correcto funcionamiento. Se trata de ATICA, la Asociación de Titulares de Casetas de Sevilla, una entidad que, en apenas tres años, se ha configurado como un actor clave para preservar la esencia de esta fiesta declarada de Interés Turístico Internacional. 

Fundada en junio de 2022 y presentada oficialmente en diciembre de ese mismo año, ATICA nació para llenar un vacío histórico, dar representación a los más de mil titulares de casetas que, junto al Ayuntamiento y otros sectores, sostienen los cimientos de la Feria de Abril. Tal y como explica su responsable de Marketing, Álvaro Alés, “la principal función de ATICA es representar y defender los intereses de quienes gestionan esas casetas en el Real”. Este colectivo, que hasta entonces carecía de una entidad aglutinadora, ha encontrado en ATICA un altavoz para dialogar con las instituciones y organizaciones en pos de promover una festividad que equilibre la tradición y la modernidad.

En la actualidad, con más de 2.500 asociados y una junta directiva renovada, ATICA defiende los intereses de los titulares de las casetas y, además, aspira a ser un interlocutor de peso, a semejanza del Consejo de Hermandades en la Semana Santa. Pues, tal y como defiende Alés, “la Feria es una fiesta universal, que existe gracias al esfuerzo de los titulares de las casetas” y esta asociación trabaja para ponerles voz. Entre sus funciones, destaca la colaboración activa con el Ayuntamiento en la redacción de las ordenanzas que regulan esta fiesta, así como con otros agentes del sector “para asegurar que la Feria mantenga su esencia tradicional, mientras se adapta a los cambios sociales y económicos”, subraya Alés. Además, la entidad impulsa iniciativas relacionadas con la sostenibilidad, la accesibilidad y la modernización de la fiesta, sin perder de vista el ADN sevillano. 

Ser los titulares de una caseta no es una tarea sencilla. Más allá del esfuerzo económico y logístico que supone montar y mantener estas estructuras, se enfrentan a otros desafíos, que se abordan contando para ello con el acompañamiento y el asesoramiento de ATICA. “Nuestros principales retos se centran en equilibrar la preservación de las tradiciones con la necesidad de modernización y sostenibilidad”, asegura Alés. Este dilema no es menor, pues la Feria, con más de 175 años de historia, debe adaptarse a las nuevas demandas sociales y ambientales sin desvirtuar el alma y el carácter único que la definen. 

Otro quebradero de cabeza recurrente es la relación con las políticas municipales; en concreto, “la defensa de los intereses de los titulares frente a las políticas municipales que pueden afectar a la gestión de las casetas”, matiza Alés. Las normativas sanitarias o el horario de cierre son algunos de los principales procesos burocráticos a los que se enfrentan los titulares. La coordinación para garantizar el cumplimiento de estas normas supone, también, un esfuerzo notable entre las partes, especialmente cuando se trata de un colectivo tan diverso.

Vista nocturna de la Feria de Abril. Fotografía: Iván Dequito

A su vez, las casetas no son lienzos en blanco. Es decir, su funcionamiento y apariencia están regulados por ordenanzas municipales que ATICA se encarga de recordar a sus socios. “Los titulares de casetas deben cumplir con una serie de obligaciones administrativas establecidas por el Ayuntamiento, como presentar la renovación de la concesión en los plazos establecidos y mantener las instalaciones en adecuadas condiciones de seguridad y salubridad”, detallan desde la asociación. Estas normas incluyen desde el pago de las tasas, cuyo plazo para 2025 estuvo abierto del 15 al 29 de enero, hasta el mantenimiento de estándares higiénicos, como la exigencia de agua fría y caliente o los lavabos con sensores, que ya en 2023 generaron controversia por su coste y dificultad de implementación.

Cumplir con la uniformidad estética de las casetas
En cuanto a la estética, la uniformidad es un precepto que se debe cumplir. “La normativa establece que las casetas deben mantener una apariencia tradicional, evitando elementos que rompan con la armonía visual del conjunto”, explica Alés. Los colores rojo y verde, tan característico de las lonas de las casetas y de los farolillos, son un ejemplo de tradición. Aunque muchos sevillanos los vinculan al Sevilla y al Betis, su origen es más prosaico. Según explica Álvaro Alés, “estos colores se adoptaron por razones estéticas y prácticas, mucho antes de que estos equipos de fútbol tuviera la actual relevancia popular”. 

Innovar fuera de estos parámetros tiene consecuencias. De manera que “si una caseta decide decorar con colores distintos a los establecidos por tradición, por ejemplo, el azul o el naranja, puede enfrentarse a sanciones o incluso a la pérdida de la concesión”, advierte Alés. Esta medida busca, simplemente, preservar el aspecto del conjunto, algo que defienden desde ATICA como parte del legado cultural de la fiesta.

Apoyo al modelo tradicional, de lunes a domingo
El debate sobre el modelo de Feria, en relación a la vuelta este año al calendario tradicional de lunes a domingo, es otro de los temas que preocupan a ATICA y a sus asociados. “El modelo de Feria y su duración han sido objeto de controversia en los últimos años, generando un debate entre los titulares de las casetas y los ciudadanos”, señala Alés. El formato de esta fiesta es un tema candente desde que en 2017, tras un referéndum, se cambió el inicio de la misma a la noche del sábado, extendiéndose hasta el sábado siguiente, cuando concluía con el espectáculo de fuegos artificiales. 

En lo que concierne a ATICA, siempre ha abanderado la vuelta al antiguo modelo, de lunes a domingo, siendo la postura que defiende la mayoría de sus asociados porque “respeta la esencia histórica de la Feria y permite una mejor organización”, señala Alés. Sin embargo, reconoce que no hay un consenso absoluto, pues “existen opiniones divididas, ya que algunos valoran el modelo de sábado a sábado por facilitar la asistencia de visitantes durante dos fines de semana completos”.

Para los titulares de las casetas, el regreso al modelo tradicional supone una victoria, aunque no exenta de incertidumbre, ya que la preferia, es decir, la tradición de asistir al Real para preparar las casetas durante el fin de semana previo a la Feria, sigue en el aire ante la falta de garantías municipales en torno a servicios básicos, como la luz y la seguridad. 

En otro orden de cosas, conseguir una caseta en el Real es un sueño y una odisea, que no está al alcance de todo el mundo y que puede extenderse durante décadas. La asignación de casetas se rige por un proceso administrativo a través del cual el Ayuntamiento otorga concesiones a aquellos titulares que cumplan con los requisitos establecidos, incluyendo el pago de tasas y la presentación de la documentación requerida en tiempo y forma. Esta espera puede ser muy larga. Algunos incluso han tardado hasta 30 años en lograr tener su caseta. Entre los factores implicados, figuran la tipología de la caseta (familiar, gremial o social), el tamaño y su ubicación. 

Un momento del I Pregón de la Feria de Abril, organizado por ATICA en 2024

García Barbeito será el pregonero de la Feria 2025
Mientras se trabaja, fuera y dentro del Real, para preparar la presente edición de la Feria de Sevilla, que se celebra desde la noche del lunes 5 de mayo hasta el domingo, día 11, ATICA ultima los detalles de un evento previo: el II Pregón de la Feria de Abril, que tendrá lugar el 29 de abril, continuando con una tradición que comenzó el año pasado con su primera edición. En aquella ocasión el pregonero fue el periodista Mario Niebla del Toro. Este año lo será otro periodista, Antonio García Barbeito, que ya tiene experiencia en estas lides, pues en 2010 fue pregonero de la Semana Santa de la ciudad.

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