- Solicitan al Gobierno tener las mismas ventajas que los deportistas de alto rendimiento
Javier BARRERA UTRERA
Con la llegada de la selectividad, los estudiantes de enseñanzas artísticas profesionales reclaman las mismas ventajas otorgadas a los deportistas de élite en la organización académica y acceso a la universidad.
La prueba dará comienzo a principios de junio en toda España y se espera que este año 200.000 estudiantes se presenten a estos exámenes preuniversitarios. La iniciativa que aboga por la igualdad de oportunidades ha sido impulsada por Carlos Cordero, joven madrileño que combina sus estudios de segundo de Bachillerato de Ciencias con segundo de piano.
Estudiantes como Carlos alegan la enorme dificultad que les supone compaginar ambos modelos de estudios, teniendo clases tanto por la mañana como por la tarde. “Durante el curso tengo casi todas las horas del día ocupadas, y ahora que se acercan los exámenes de selectividad, es aún más complicado gestionar el tiempo y llevarlo todo a la vez”, sostiene Carlos Javier Martínez, estudiante de Bachillerato de Ciencias de la Salud y de cuarto de trompa.
Cabe destacar que los estudiantes reconocidos como deportistas de élite son aquellos que figuran en el comunicado anual del Consejo Superior de Deportes (CSD) y cuyo rendimiento y clasificación les sitúa entre los mejores del mundo o de Europa. Por ello, en España, con independencia de la región en la que lleven a cabo su formación académica, son premiados con una cuota de plazas reservadas en los diferentes grados universitarios.
Para los estudiantes artísticos, más de 90.000 en todo el país, se está produciendo una “gran discriminación” por parte de las instituciones, de ahí que soliciten que la música y la danza sean igual de recompensadas que el deporte. De hecho, ven limitadas sus posibilidades académicas al tener que competir con personas que tienen el doble tiempo que ellos. Según defienden en la solicitud realizada a través del portal change.org, exigen equidad con el deporte de alto nivel, pues son alumnos con una media de treinta horas semanales dedicadas al conservatorio profesional que, paralelamente, deben estudiar para sacar la selectividad.
El 60% de los estudiantes que ingresan en el conservatorio terminan abandonando, entre otros motivos, debido a la falta de tiempo, el cansancio y el arduo desafío que implica compaginar estudios generales con artísticos. “Es una pena ver como muchos compañeros se ven obligados a abandonar la música por temor a no poder dedicar las horas de estudio necesarias para preparar los exámenes de segundo de Bachillerato y selectividad”, lamenta Carlos Javier Martínez.
A pesar de que los alumnos de conservatorio profesional llevan años reclamando tener las mismas oportunidades que sus compañeros deportistas, nunca se ha llegado a formalizar una ley que ampare sus demandas. Lo más cerca que han estado fue cuando Ciudadanos presentó en julio de 2021 una Proposición No de Ley (PNL) en las Cortes Valencianas, que finalmente no salió adelante por falta de apoyos. En consecuencia, Carlos Cordero, en representación de sus compañeros, busca convencer definitivamente con este proyecto al Gobierno y a las instituciones competentes. Todo ello, con el fin de lograr que actividades culturales de tan vital importancia para la propia idiosincrasia de España no queden marginadas en el ámbito académico.