La CRÓNICA
El Museo Palmero de Barcelona, ubicado en una masía del siglo XV declarada monumento histórico, ha sido testigo de una interesante fusión: el arte pictórico y el jamón de Jabugo.
El resultado es la presentación de la obra ‘959 by PALMERO’, creada por Alfredo Palmero y fruto de la colaboración de este artista con la marca ‘959’ del Consorcio de Jabugo, una empresa dedicada a la elaboración de productos ibéricos de alta calidad, con sede en la sierra de Huelva, y cuyo principal exponente es el manejo tradicional del ganado y su alimentación natural en libertad.
Se trata de un retrato que recurre a la técnica denominada ‘animales humanizados’, pues representa a un cerdo ibérico vestido con el uniforme profesional de un cortador de jamón, serigrafiado con bellotas y el logo de la firma 959. La pintura reúne clasicismo y contemporaneidad para formar una obra bipolar que refleja el estilo y la personal visión de Palmero. Su obra bebe de dos estilos distintos, uno amparado en la pintura objetiva, naturalista y realista; el otro, de carácter subjetivo, interior, influido por corrientes como el arte fantástico, el surrealismo y el expresionismo.

Las obras de Palmero se pueden encontrar en importantes colecciones privadas. Desde 1991, este pintor ha realizado múltiples exposiciones y sus creaciones se han presentado en numerosos países como España, Bélgica, Inglaterra, Portugal, Francia, Dinamarca, Alemania, Estados Unidos o Hong Kong, entre otros.
La presentación de esta pintura contó con la participación de los maestros del flamenco Sebastián Cruz y Alfredo Lagos en una emotiva actuación, que se convirtió en la mejor banda sonora para las obras de Alfredo Palmero. A su vez, estos artistas representaron desde sus respectivas disciplinas el espíritu de la marca 959, aunando tradición e innovación, solera y modernidad, respeto por la historia y pasión por el futuro, siendo la integración del arte con la gastronomía el objetivo de esta iniciativa.