Inma MARTÍN
El municipio pacense de LLerena se presenta a sí mismo como un completo destino de fin de semana. Esta propuesta forma parte de la actual campaña de difusión que está llevando a cabo la localidad en diferentes ciudades españolas.
Situado a tan solo una hora y media de Sevilla, promete un interesante patrimonio, que incluye una pintura de Zurbarán; paseos por la naturaleza y una rica gastronomía, protagonizada por su caldereta extremeña. Recientemente, una representación municipal, conformada por el alcalde de LLerena, Daniel Lara; la concejala de Turismo, María Dolores Millán; y la responsable de Prensa en el consistorio, Marisa Navarro, ha visitado la ciudad andaluza para dar a conocer sus encantos a los viajeros interesados en conocer esta zona de la campiña extremeña. Durante este encuentro, el alcalde confirmó que la inversión realizada en promoción está dando sus frutos, pues “desde el año 2021 el turismo ha crecido un 32%”.
Al hablar sobre su pueblo, Lara destacó que son cabeza de comarca, y citó algunos de los principales atractivos de LLerena: las fachadas mudéjares en el centro, el museo arqueológico, los edificios del Ayuntamiento y la Hospedería, y la Plaza de España. Además, recordó que este municipio forma parte del Camino de Santiago en su ruta desde Cádiz a Badajoz.
El alcalde también llamó la atención sobre una joya pictórica, que es un secreto descubierto por casualidad. Se trata de unos rostros de gran calidad artística encontrados durante la restauración del retablo de San Juan Nepomuceno en la iglesia de Santiago Apóstol, y que habían permanecido ocultos, tras unos muros, durante siglos.
Imagen: Pintura descubierta en la Iglesia de Santiago
Una ruta por la ‘pequeña Atenas de Extremadura’
Fue tanta la importancia de Llerena como núcleo urbano, político y administrativo entre los siglos XV y XVII, que atrajo a multitud de artistas, lo que la convirtió en un centro artístico de primer orden y se la acabó conociendo afablemente como ‘la pequeña Atenas de Extremadura’. Precisamente, para conocerla y valorarla, se propone, a continuación, una ruta por el centro y los alrededores de esta localidad.
El itinerario comienza bien temprano en la Plaza de España para poder escuchar las campanas de Nuestra Señora de la Granada antes de ponernos en marcha. A primera vista, se observa que este templo es un compendio de estilos artísticos: mudéjar, gótico, renacimiento, barroco y rococó. De su interior, que data del siglo XIV, destaca la obra ‘Cristo muerto en la cruz, de Francisco de Zurbarán.
Sorteando una serie de viviendas de estilo mudéjar, con fachadas de ladrillo rojo, cornisas de modillones, dinteles, ajimez y otros elementos decorativos característicos de este estilo, llegamos a la Casa Maestral. Inicialmente, este edificio fue la residencia de los Maestres de la Orden de Santiago en la ciudad y posterior sede inquisitorial, donde se encontraban el tribunal y la cárcel para los presos acusados por el Santo Oficio. Resultan llamativos los grafitos de los antiguos presos que fueron hallados en la restauración del edificio y que hoy se reproducen en el patio. Antes de salir, merece la pena curiosear un rato pensando en adquirir productos artesanos realizados en diferentes talleres extremeños en su Sala de Promoción de la Artesanía.
Nuestra siguiente parada es el Palacio Episcopal, que cobija los Premios Regionales de Artesanía. Orfebrería, seda, bordado, alfarería, metal o cerámica se exponen en las salas de este museo, repartidas alrededor del magnífico patio de estilo mudéjar y antiguos murales de representaciones religiosas y heráldicas.
Estando en Llerena, hay que descubrir la leyenda del Rey Jayón y su hija, a la cual se le apareció la Virgen María. Desde la ciudad comienza una ruta de senderismo por la comarca, que lleva el nombre de este antiguo rey. Se organiza cada año por bellos parajes naturales y, también, se puede recorrer particularmente en cualquier época del año.
Respecto a su gastronomía, al estar en plena campiña, predominan las recetas con legumbres de sus huertas, cereales y productos cárnicos, especialmente, los derivados del cerdo, como el jamón. Son platos sencillos y, al mismo tiempo, nutritivos y deliciosos, tales como las migas o la caldereta extremeña, elaborada con cordero o cabrito, ajo, cebolla, pimentón de la vera y vino blanco.
De postre, perrunillas o una buena onza de ‘Chocolate Moro’, autóctono de LLerena y producido según la técnica bean to bar (del grano a la tableta) sin procesos químicos. Entre sus variedades, figuran el chocolate infusionado en licor de bellota y el elaborado con pimentón picante y sal. La empresa cuenta con un obrador abierto al público para visitarlo, conocer cómo es el proceso de elaboración de su chocolate y ofrecer catas guiadas. Esta visita tiene una duración de 90 minutos, aproximadamente, y requiere inscripción previa.