La obra es una adaptación de su director, Alfonso Zurro, y está producida y protagonizada por la compañía Teatro Clásico de Sevilla
Inma MARTÍN
El maravilloso entorno arquitectónico de la Real Fábrica de Artillería de Sevilla es el escenario donde se representará, hasta el 19 de junio, la imponente obra de teatro Macbeth, una de las tres tragedias de referencia de William Shakespeare.
Bajo la dirección de Alfonso Zurro, el espectáculo está producido por la compañía Teatro Clásico de Sevilla. Protagonizan la historia Iñigo Núñez, en el papel de Macbeth; Celia Vioque, interpretando a su esposa; y Gonzalo Validiez, como el hijo heredero del rey Duncan, a quien da vida Chema del Barco, entre otros actores y actrices. En esta adaptación del director, cabe mencionar la colaboración especial del periodista Rafael Cremades, que se representa a sí mismo en la figura de un presentador de informativos de televisión. Las funciones tendrán lugar los días 5, 6, 7, 8, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 18 y 19 de junio a las 22 horas.

Respecto a la trama, unas brujas vaticinan a Macbeth que será rey y después se desvanecen en el aire. A partir de este suceso, al protagonista lo mueven su imaginación y unas fantasías, convenientemente azuzadas por su esposa, que lo desbordan. Motivados por la ambición y de forma compulsiva, los Macbeth son capaces de romper con la realidad y el tiempo, y lanzarse al corazón de las tinieblas, hasta matar el sueño, como dice el protagonista. Por el camino, encadenan asesinatos, miedos y temores, porque Macbeth no disfruta con el daño que provoca y sufre con sus acciones. Sorprende que él, en ocasiones, duda de desear el poder, pero Lady Macbeth anhela la corona. Ella es fuerte y decidida y obliga a su marido a seguir avanzando; y ese recorrido, ya sin salida, concurre en la oscuridad. Porque Macbeth es una obra oscura, en fondo y forma, por la propia historia y por sus tramas nocturnas, que transcurre en un escenario, igualmente oscuro, en el que predominan los tonos azules, grises y negros.
En definitiva, una obra rotunda, sobre la naturaleza humana, la ambición por el poder, la capacidad de matar al semejante, el arrepentimiento y el miedo, que conducen a la locura y a la destrucción de los protagonistas. La adaptación llevada a cabo por Zurro incluye algunas licencias, como la incorporación de dos monitores en el escenario, que se encienden para retransmitir en directo un informativo de televisión con noticias relacionadas con la propia historia; y algunas notas de hard rock, perfectas para ambientar y crear tensión en determinadas escenas de la obra.
Sobre el director, Alfonso Zurro, cabe destacar su amplia trayectoria realizando dramaturgias sobre textos de Ghelderode, Weiss, Baroja o Lorca. Como autor, de sus obras destacan Pasos largos, Farsas maravillosas, Por narices, Retablo de comediantes, A solas con Marilyn o En el monte del olvido, por citar algunas. Además, es el director habitual de los espectáculos de Teatro Clásico de Sevilla, donde ha escrito y dirigido, entre otras, La Celestina, El Buscón, La Estrella de Sevilla y Luces de Bohemia. Así como estas otras obras de Willian Shakespeare: Romeo y Julieta, Hamlet y La violación de Lucrecia.
Por su parte, la obra está producida por Juan Motilla, fundador en 2005 de esta compañía, que ya suma más de 22 producciones hasta 2023, que han sido galardonadas con más de ochenta premios. En cuanto a su faceta como actor, Motilla siente una especial predilección por las tablas, habiendo participado en unos 40 montajes de la mano de compañías como Esperpento, Los Ulen, La Fundición, Producciones Imperdibles, y por supuesto, Teatro Clásico de Sevilla.