
La orilla del Rin. Foto: Macarena Ramos
Consuelo SOUSA
Situada al noroeste de Alemania y atravesada por el Rin, Düsseldorf es la capital del estado federado de Renania del Norte-Westfalia. Con una población de 645.923 habitantes, es considerada como la ciudad germana más cosmopolita.
Düsseldorf es una ciudad que tiene un sinfín de plazas medievales y obras de arte moderno que la convierten en un interesante enclave europeo. Empezando por una de sus principales señas de identidad: el ‘Rheinturm’ o Torre del Rin. Se trata de un mirador, considerado como el mejor de la ciudad. Tiene una altura de 240 metros de alto, lo que lo convierte en el edificio más alto de Düsseldorf.
Si seguimos caminando desde el ‘Rheinturm’ a la orilla del Rin, llegaremos a la zona del puerto de la ciudad. Aquí encontramos una arquitectura vanguardista, donde destacan los edificios del arquitecto canadiense Frank Ghery, ‘Neuer Zollhof’, característicos por sus formas irregulares. Estas tres construcciones albergan oficinas de agencias de publicidad y medios de comunicación.
Dejando atrás el puerto, se encuentra el casco antiguo de la ciudad o, en alemán, ‘Altstadt’. En esta zona destacan las calles peatonales llenas de bares y tiendas. Aquí encontramos una arquitectura que nada se asemeja a la vista anteriormente, en la que destacan los edificios bajos de ladrillo rojo. El Ayuntamiento de la ciudad o ‘Rathaus’ también se encuentra en el centro de la ciudad, concretamente en la Plaza del Mercado, y se compone de tres edificios de diferentes épocas.

Palacio de Benrath. Foto: Macarena Ramos
Otra de las visitas obligadas en esta ciudad germana es la ‘St. Lambertuskirche’ o Basílica de San Lamberto, construcción gótica del siglo XIV. En su interior se custodian las reliquias de San Apolinar, patrón de Düsseldorf, y la tumba de San Lamberto. Lo más característico de esta Iglesia es su torre torcida, debido al uso de madera húmeda en su construcción.
Volvemos a alejarnos del centro de la ciudad para conocer el Palacio de Benrath, de estilo rococó, con un característico color rosa, y rodeado de unos amplios jardines por los que dar un paseo. Este palacio acoge el Museo de Historia Natural, el Museo de Historia de los Jardines Europeos y el Museo Corp de Logis, cuya entrada tiene un precio de catorce euros, exceptuando los jardines, que se pueden visitar de manera gratuita.
Lujo y arte en un mismo lugar
Düsseldorf es una ciudad marcada por el arte, ya que es el lugar en el que reside la Academia de Bellas Artes más antigua de Europa. Esta ciudad presenta una gran oferta de museos. El más conocido es el K20/21, situado en la ‘Grabbeplatz’, que alberga la colección de arte moderno más importante del país, con obras de Picasso o Kandinsky, entre otras. En el centro de la ciudad, encontramos el ‘Köningsallee’, avenida atravesada por un canal en la que se sitúan las tiendas de las mejores firmas de moda. Esta calle comienza en el ‘Kö-Bogen’, un edificio con centros comerciales, además de oficinas y locales de restauración.
En cuanto a la gastronomía, destacan dos platos principalmente. En primer lugar, las ‘Wurst’, que pueden ser de dos tipos: ‘Bratwurst’, la salchicha típica alemana, y la ‘Currywurst’, aderezada con salsa de curry y ketchup. Esta primera opción es la más económica, por apenas cuatro euros, y se puede encontrar en numerosos locales del Altstadt. En segundo lugar, está el codillo o ‘Schweinshaxe’, que se sirve acompañado de patatas y chucrut. Por último, no puedes irte de Düsseldorf sin pasar por el Kürzer, un pequeño bar del centro de la ciudad donde degustar la altbier, cerveza alemana artesanal.